El sector de la construcción y los trabajos al aire libre en playas o jardines son los más expuestos al calor. Las empresas tienen la obligación de dar una protección eficaz a sus trabajadores en episodios de altas temperaturas y alertas por calor extremo para prevenir efectos adversos en la salud de sus empleados. En el caso concreto de trabajos con calor, algunas de las medidas pasan por la planificación y la organización del trabajo, ajustando los horarios, rotando las tareas o estableciendo descansos en áreas frescas.

En el año 2023 se registraron un 24% más de accidentes laborales por calor, según un estudio sobre accidentalidad laboral elaborado por el sindicato UGT. Para CCOO el problema reside en la forma de codificar los accidentes por calor. Consideran que es "confusa, no está bien descrita, y que conlleva problemas administrativos" a la hora de certificarla, por lo que piden una "mayor concreción". "El problema va más allá de los golpes de calor, hablamos de morbilidad, y de enfermedades que se agravan debido a la exposición a altas temperaturas..."

La Universitat de Lleida monitoriza niveles de hidratación de temporeros de la fruta con dispositivos digitales que miden el sudor en tiempo real. “Hace mucho calor, yo cada 20 minutos bebo agua”. Lo cuenta Modou Top mientras coge peras en Tèrmens (Lleida), uno de los días más calurosos de julio, a más de 35 grados. “El día más caluroso, el 24, el termómetro marcó 36,8 grados, los temporeros adelgazaron en cuatro horas una media de 1,2 kilos. El que más peso perdió adelgazó 2,1 kilos y el que menos medio kilo."