Profesional como la copa de un pino, el Felipe máximo dirigente del terrorismo de Estado y la corrupción no decepcionó y explicó ante un Pablo Motos embelesado que la política que hoy ejercen los suyos es pura basura. El tipo, ovacionado décadas atrás por los votantes socialistas, provoca hoy el mismo rechazo entre los suyos que admiración en el público de ‘El Hormiguero’. Un sabio de tele de derechas. De vuelta al yate o de cena con magnates empresariales aficionados a los paraísos fiscales, pero con el carnet del PSOE en la cartera.