Hay un cierto sector de la izquierda que sigue justificando, con ambages o sin ellos, la invasión rusa de Ucrania; que se muestra escandalizada por el genocidio israelí pero defiende a Bashar al-Ássad; y que, ciega ante las sospechas fundadas de un pucherazo en Venezuela e indiferente ante la represión desencadenada por el gobierno, denuncia un golpe de Estado muñido desde el exterior contra el siempre democrático y siempre anti-imperialista Nicolás Maduro. Mientras Brasil, Colombia y México reclaman las actas escamoteadas...