Atender a las noticias que llegan cada día desde Palestina, Cisjordania y ahora también desde Líbano es una actividad que está ya varios escalones por encima de lo insoportable. Los soldados siguen difundiendo los festejos de sus matanzas y destrucciones con el orgullo macabro de saberse impunes. Las FDI lo mismo ejecutan a niños disparándoles a la cabeza que obligan a jóvenes gazatíes a buscar bombas usándolos como escudos humanos.