Los residentes de la calle Arquitecto Antonio Cominges, la más cara del área de Vigo (según Idealista, el mayor portal inmobiliario de España), se dividen en dos grupos: los que tienen y pagan vado y los que no. Hasta 54 chalés situados en este entorno no disponen de la señal municipal (una licencia que cuesta 25 euros al año) para impedir que los vehículos se planten en su portal.