Jessica Yaniv, una mujer transgénero canadiense, no ha dudado en acudir al Tribunal de Derechos Humanos de aquel país después de la negativa de una docena de salones de belleza a depilarle la entrepierna. Según explicó la activista en una rueda de prensa que ha tenido en vilo a Canadá, Jessica -que se identifica como mujer, si bien sus genitales siguen siendo masculinos-, Yaniv conectó con una docena de salones de belleza solicitando una cita para practicarse la llamada “depilación brasileña”, en la que se elimina la mayoría del vello púbico.