Fue canciller de Alemania tras la era del conservador Helmut Kohl en el poder alemán, entre 1998 y 2005. Pero el socialdemócrata Gerhard Schröder, en lugar de echar la vista atrás y dedicarse a su legado político cuando Angela Merkel le ganó las elecciones generales de hace ya 16 años, se dedicó a los negocios. En concreto, a los negocios con la Rusia de Vladímir Putin. Y pese a la guerra lanzada por el mandatario ruso en Ucrania, el expolítico alemán mantiene sus puestos en las compañías energéticas rusas.