Los jóvenes no podían creerse que hubieran encontrado una perla. "Al principio, hasta yo misma creí que era un trozo de casca, ya que a veces pueden entrar restos en la ostra", reconoce Garrido, que bromea con el hecho de que "les dije que salieran corriendo a comprar lotería porque era su primera vez en Pontevedra y su primera vez comiendo ostras y encuentran una perla".