La cerveza es sin duda la bebida típica de la República Checa, y es considerada una de las mejores del mundo. Sin embargo, también la vitivinicultura tiene una larga tradición en este país, que se remonta al siglo IV, y existen varias zonas donde la vid se cultiva hasta el presente, especialmente en el sureste del país, en Moravia del Sur. En vista del pronto inicio de la nueva temporada turística.