En tiempos eminentemente científico técnicos resulta que resurge en las redes sociales el gusto por saberes antiguos como la astrología. Las cuentas y canales de astrología experimentan cierto revival, dicen que entre la gente joven y moderna, alguna de la cual se toma lo astrológico en serio mientras que otra le aplica su mirada irónica habitual. En cualquier caso, hay gente que vuelve a mirar los cielos (o, en su defecto, al Instagram) en busca de explicaciones a los asuntos humanos y al inexplicable carácter propio y del prójimo.