También conocido como gingering, el figging produce una sensación de calidez, cosquilleo o ardor que algunas personas encuentran erótica, intensa, humillante o dolorosa y excitante a la vez. Si la raíz se va a introducir en el ano, se debe pelar un trozo y darle forma de tapón anal —es decir, más delgado por el punto de inserción y con una parte ancha en el otro extremo, para evitar que la raíz se pierda por ahí dentro—.