Así pasó con Alex Caviel, un británico de 21 años que fue a tomar una copa y en el transcurso de la noche soñó que estaba volando a Barcelona. Pero no se trataba de un sueño, sino de ese momento en el que ya no sabes si estás consciente o no. Por supuesto, en una borrachera. El hombre, en pleno estado de ebriedad, salió del bar y se dirigió a comer algo.