A los 17 años de edad, la vida de Jaquie Goncher cambió radicalmente, sufrió un accidente en una piscina y acabó con el cuello roto, mismo que le propició que quedara paralizada de todo su cuerpo excepto de la cabeza. El diagnostico de los médicos fue muy crítico; ella no volvería a caminar. Sin embargo, aunque todo pronóstico estaba en su contra, la joven decidió no darse por vencida e iniciar una rigurosa rehabilitación. Y tras varios meses de tratamiento, logró ponerse de pie, lo triste era que sólo podía mantenerse así como máximo 30 minuto