Imaginemos por un momento que, como sucedió con la URSS, líderes de las diferentes comunidades autónomas españolas se reúnen, una fría noche de invierno de 2038, en una sauna para beber anís y firmar un acuerdo de desmembración de nuestro centenario país ibérico. Tras certificar que España se ha convertido en un estado fallido, con los partidos nacionalistas y regionalistas en posiciones de poder, llega la hora de marcar las fronteras entre la nueva patulea de entidades nacionales que martirizarán a los estudiantes de geografía