En un viaje de trabajo al Golfo Pérsico, en unas oficinas que podrían equipararse con unas europeas, me encontré con una curiosa señal en el interior del baño (donde uno se "sienta a pensar"). Si bien la parte escrita del mensaje no me pareció que sobrase (hay mucho guarro suelto) la parte gráfica me dejó perplejo. ¿De verdad hay gente que se sube a la taza en cuclillas?