Cuando termina el espectáculo, alguien le comenta a Pablo que hay una mujer que se encuentra todavía hipnotizada. «Intentamos sacarla del trance pero no reaccionaba. En este tipo de casos lo que hacemos es dejar a la persona que duerma hasta que se despierte por sí sola», explica el profesional. En esta ocasión, las personas que se encontraban allí y que no daban crédito a lo que estaban viendo sugirieron llamar al SAMUR para que pudiera comprobar que todo estaba bien. «Vino un coche del SAMUR y evidentemente no sabían qué hacer, les parecía el