Cuando conoces a alguien una noche y tienes relaciones sexuales no se te ocurre (o al menos no es lo normal) preguntar sobre sus lazos sanguíneos. Sales de fiesta, ligas y acabas en la cama sin más. Puede que consigas una cita a través de una red social y sepas sus gustos, de dónde es, a qué se dedica...pero tampoco se te ocurriría pensar que puede ser familia tuya.