Una chica rusa se llevó tremenda sorpresa cuando descubrió que un inocente bulto que apareció debajo de su ojo se había movido encima de su párpado izquierdo. Las marcas estaban acompañadas con una molestia de picor y ardor. La joven no le prestó importancia y creyendo que se trataba de una inflamación se fue a dormir. A la mañana siguiente despertó con otro bulto en el labio y no dudó en acudir al médico.