Al revisar su cuenta bancaria una joven descubrió que le habían depositado 4.6 millones de dólares, sin embargo al no dar aviso a los responsables de la sucursal para averiguar la situación, terminó tras las rejas. El nombre de la implicada es Christine Jiaxin Lee, una joven de 21 años que prefirió no decir nada y gastarse el efectivo. La joven gastó el dinero en bolsos de lujo, ropa de marca, viajes en primera clase, restaurantes con estrellas Michelin, pero todo acabó el pasado miércoles cuando fue detenida en el aeropuerto de Sydney.