Tim Storms dice que se dio cuenta de que tenía un amplio rango vocal cantando en un campamento cristiano cuando era niño. A medida que ha envejecido, ese rango se ha ampliado ya que su voz se ha vuelto más profunda. Tiene el récord Guinness por ser el humano capaz de cantar la nota más baja del mundo (0,189 Hz). Para hacernos una idea, toca la nota más baja de un piano clásico y luego imagina agregar otro teclado entero por debajo de esa nota. Algunas de sus notas son casi inaudibles para los humanos, suenan como el retumbar de un subwoofer.

El 16 de enero de 1982, a las siete de la tarde, comenzó en el Palacio de Congresos y Exposiciones de Madrid el sorteo del Mundial 82, probablemente el más caótico que jamás se haya organizado. La ocurrencia de utilizar los bombos de la lotería para componer los grupos resultó un completo desastre y el sistema no ha vuelto a repetirse en sorteos posteriores para alivio de los niños de San Ildefonso y del público en general

Kibiwott Kandie (57:32) encabeza un medio maratón histórico en Valencia con cuatro hombres más rápidos que el anterior récord del mundo. La carrera se decidió en los últimos kilómetros, cuando el subcampeón mundial de la especialidad logró dejar atrás al campeón Jacob Kiplimo. Carlos Mayo logra la segunda mejor marca de un español en la historia de los 21 kilómetros (1:00:06).

“Pero hombre... ¿qué hace un ninja como tú así sin capucha, ni una espada a cuestas?”. José Defez encaja la broma mezclando sonrisa y suspiro. Porque él sabe mejor que nadie que los ninjas existieron, pero no con ese nombre. Ni llevaban espada a la espalda. Ni mucho menos iban vestidos de mamarracho, como suelen aparecer en las películas. Los ninjas fueron un cuerpo de élite de los samurais japoneses entre los siglos XIV y XIX, y lo que querían precisamente era pasar desapercibidos.