Las calles de medio mundo lucen desde hace días engalanadas con telarañas, calaveras, calabazas y telajes negros. La intención no es otra que festejar la noche de Halloween, también conocida como Noche de Brujas o Noche de Difuntos, una fiesta (sí, fiesta) de origen celta y que arraigó primero en los países anglosajones. No hay más remedio, por tanto, que sumarse al macabro guateque, por lo que propongamos una banda sonora tenebrosa con la que conseguir que nuestros vecinos (en esta ocasión aposta) sean incapaces de conciliar el sueño plácido d