Todos conocemos el hygge, ese sentimiento de calidez y bienestar que tienen por bandera los daneses; el kalsarikänni, la afición finlandesa por despelotarse y beber en casa; el lagom sueco, que hace del punto medio virtud; el milagro de Bután, un país que se rige por la Felicidad Interior Bruta, y hasta el ikigai japonés, que consigue darte un propósito en la vida, logrando que esta sea mucho más disfrutable.