(...) La serie está hecha para hombres. El gran drama no es más que una telenovela a la estadounidense. El objetivo, en lugar del amor, es el poder. Y en el camino para lograrlo, qué puede haber que seduzca más a gran parte del género masculino que el sexo y la violencia, por separado o combinados. La fuerza bruta. Los instintos primarios. Es decir, eso que el derecho y las sociedades democráticas obligan a reprimir.