Pocas horas antes de perder la vida, tumbada con resignación en su lecho de muerte, fatigada pero serena, con gesto grave y severo, decidida y consciente de que iban a ser sus últimas palabras, una anciana de Burgos se ha incorporado levemente esta mañana, no sin esfuerzo, y clavando su acuosa mirada en la de sus dos hijos, expectantes, ojerosos y tristes, ha sentenciado: “Sé que veis porno”.