Empecemos por lo importante: lo siento mucho, me he equivocado, no volverá a ocurrir.Ya está, ya lo he dicho. A ningún hombre, por grande e importante que sea, le debería costar admitir errores y pedir perdón. Siempre he sido un hombre sencillo y cercano, cosa que confirmarán todas las personas que me han conocido de cerca durante los actos de inauguración de las bibliotecas, en las entregas de premios o en miles de burdeles. Yo entiendo que muchos españoles estén decepcionados con mi comportamiento. Se han enterado de que cobro comisiones.