Djones es un joven brasileño de Sao Paulo que se queja porque nunca encuentra a nadie con quien practicar su inglés. A unos cuantos miles de kilómetros de él vive Henry, un anciano de 87 años de Chicago (Estados Unidos) que habita en un asilo y a veces se siente solo porque ya son pocos los que están dispuestos a escuchar sus batallitas. «He ahí una pareja perfecta», pensó la escuela de cursos de idioma CNA.