[...] La serie empezó muy bien (yo aguanté hasta la tercera temporada) pero —por la tendencia que tiene la industria de mancharlo todo con el hedor del dinero— se ha convertido en un depósito de tiempo perdido; es como la extensión sin chocolate que todos detestamos de los Bollycao pero dilatada en el tiempo hasta límites insospechados. Y esto no lo digo yo, lo dicen los seguidores fieles de una serie que les está tratando mal. Esta gente está harta de que "no pase nada". Yo sí que estoy hasta las pelotas de escuchar que "no pasa nada".