A nadie nos gusta que nos rompan la magia, y tratamos de llegar a las telecomedias con la suspensión de incredulidad traída de casa. Es decir: aceptamos que los personajes de «Friends» puedan pagarse un piso en Central Park, porque si no, no hay serie. Y nos tragamos las elaboradas tácticas de Barney Stinson para ligar, porque es un personaje más allá de la realidad. Pero aún así, hay cosas de «Cómo conocí a tu padre» que, sencillamente, ¡no cuadran!