Remi Gaillard, cuyos vídeos de bromas siempre rozan el límite del buen gusto, ha dado un giro de guión con su última grabación. Excepcionalmente ha accedido a insertar publicidad en uno de sus vídeos y regalar todo el dinero recibido entre la gente que se encontraba por la calle. La mayor parte la reservó para el final, entregando un cheque a una protectora de animales.