Todas las religiones condenan la pornografía, pero eso no parecer ser motivo suficiente para que aquellos que consumen porno, dejen de ser personas religiosas. Al menos así lo afirma un estudio llevado a cabo por el Profesor de Sociología y Estudios Religiosos de la Universidad de Oklahoma, Samuel Perry, que contiene datos sorprendentes. El profesor Samuel Perry ha analizado el informe Retratos de la Vida Americana, en donde un grupo de 1341 personas mayores de 18 años responden cuestiones sobre sexo y religión, entre los años 2006 y 2012.