Al final del último documental de Michael Moore, el director hace una reflexión de género: buena parte de los males que aquejan a este mundo tienen origen en que las élites gobernantes están compuestas por abrumadora mayoría por hombres, que reproducen en el gobierno de las sociedades su instinto agresivo y su afán de dominación. Esta idea, formulada de muy distintas maneras, tiene un enorme predicamento en amplios sectores progresistas. Y la verdad es que la música suena bastante bien. El único defecto que tiene es que es una chorrada.