Cuidado con las mentiras, chiquillos. Todo lo que empieza mal acaba mal, todo lo que es mentira podrida es susceptible, siempre, de tornarse en hiriente con el paso del tiempo, de transformarse en sarcasmo, en insoportable levedad del ser. Un día, para justificar que portas en la cabeza una real corona, vas y proclamas que eres y que debes ser admirable, un tipo ejemplar ante la sociedad, que estás dónde ....