El sol aparece despuntando por el horizonte de la ciudad, pero eso no importa en el gimnasio, donde los seres humanos viven en comunidad bajo la luz inmutable de los halógenos. A lo largo del día se acercan al espacio, considerado un lugar seguro, en el que pueden desarrollar sus capacidades físicas. Sin embargo no todos acuden por el mismo motivo, y es que el territorio propicia la ejecución de maniobras de carácter social, principalmente acercarse a especímenes del género opuesto y así poder lograr continuar la reproducción de la especie.