Mientras filmaba al animal, Johansen se encontró en cierto momento peligrosamente cerca de la boca del tiburón, que estaba filtrando agua en gran cantidad para capturar algas y plancton. Johansen fue arrastrado por la fuerza del agua hasta encontrarse presionado contra la boca. "Antes de darme cuenta me vi en su plato, no sabía qué hacer", comentó. Entonces el tiburón le dio dos empujones con la cabeza. "Parecía de acero. La boca del tiburón no es blanda en absoluto", dijo el noruego.