Lejos de ser personajes oscuros, insensibles y malvados, los ladrones más famosos del manga y el anime chocan frontalmente con esos rasgos. Pueden ser nobles, tener buen corazón, empeñados en recuperar aquello que realmente les pertenecía, vengarse de aquellos que hirieron a sus seres queridos para hacer justicia o incluso enfrenarse a fuerzas oscuras del mal para salvar el mundo. Son muchos los nombres que podemos recordar ahora, como Kaito Kuroba, Kaito Jeanne, Daisuke Niwa, Hitomi, Rui y Ai Kisugi, por poner algunos ejemplos.