Los payasos diabólicos, de moda en EE UU, han cruzado el charco para instalarse en Badajoz y sembrar el pánico entre la población. Inmediatamente, tropas de reporteros de Telecinco se han instalado estratégicamente por la localidad pacense para contar con objetividad, tacto y ponderación los sucesos que puedan surgir, y grabar, sin ningún ánimo de morbosidad ni amarillismo, posibles ataques de ansiedad o llantos de las víctimas. De momento, las fuerzas de seguridad no han sido capaces de atajar el problema y siguen sin pillar el chiste.