Diego Miño, un baterista ecuatoriano, quien por motivo de la reciente visita del Papa Francisco a su país, se encontraba grabándose con su GoPro colocada en un bastón para selfies. Miño, sin darse cuenta, graba al ladrón quien, por lo que se aprecia, lo estuvo siguiendo por varios minutos. En un momento determinado, se acerca y toma algo que muchos aseguran podría ser un teléfono celular. Sin importar que le fue robado a Miño, los hechos del delito fueron captados con claridad.