“Muerto y mil veces muerto” escribió Miguel Hernández. No es el mismo contexto, no se trata de una guerra civil, sino más bien una batalla por mantener un relato, pero algo parecido ha ocurrido con Kim Jong Un, el líder de Corea del Norte. También es cierto que todos sus fallecimientos han llevado consigo sus resurrecciones posteriores. Fuera de toda jocosidad que pueda llevarse a cabo con estas estridencias, que acaban siendo una limitación para poder dilucidar algo más cercano a lo que ocurre en Corea del Norte.