Anticuado, aburrido, dedicado a la autopromoción de la cadena, temblequeante, caótico, carente de gracia, ritmo e interés, incomprensible en su concepto y en la dicción de su presentador, soso, flojísimo de guion, propio de épocas en donde el espectador medio no tenía internet, rancio en su realización. Un programa tan malo no se hace sin querer. Un programa tan malo no se hace por mera incompetencia. Un programa tan malo no se hace sin esfuerzo.