La época en la que viajar exigía pagar cantidades desorbitadas por un vuelo, que requería de mucho dinero para reservar en un buen hotel, que necesitaba de mucho tiempo libre para disfrutar de un respiro, ha llegado a su fin. Hace tiempo que llegó, pero ahora se ha conseguido una circunstancia que era impensable, viajar está al alcance de cualquier persona con el deseo y el impulso por conocer, por descubrir o simplemente por desconectar.