Con las lluvias y los fríos de la última semana cogí un trancazo importante: fiebre, asma, tos y dolores varios. Así que aproveché el tirón y dejé de fumar. Los primeros días bien, claro, no me apetece vivir ¿me va a apetecer fumar? Pos no. Pero llegó el tercer día, y juro que me fumaría el orégano de la cocina. No es la primera vez que dejo de fumar, sólo espero que sea la última. Cada intento lo llevo peor que el anterior. Este último estoy de un humor de perros, hasta las gatas me esquivan jajajaja. En fin, necesito trucos, consejos...