La CIG y su complicidad con el estado

Tras el 1 de mayo, el sindicato nacionalista y autodenominado “de clase” CIG anunció sus planes de convocar una huelga general en Galiza el 19 de junio contra las medidas “antisociales, antigallegas y antiobreras” del entonces gobierno de Mariano Rajoy. Además, invitó a los sindicatos a nivel estatal a unirse a la convocatoria, con lo que se auguraba la primera huelga general en el estado español desde el 29 de marzo del 2012.

Pero, una vez más, la pata derecha del sistema se mantuvo firme y, tras el anuncio de la moción de censura de Pedro Sánchez y la renuncia de M. Rajoy, dicho sindicato desconvocó, el día 4, la huelga general, dejando en evidencia que su objetivo no es defender a la clase trabajadora, sino atender a los intereses del sistema, al dar estabilidad con su acción al nuevo ejecutivo. En su lugar, llamaron a la “movilización con manifestaciones”, quedándose la convocatoria en una mera muestra de descontento simbólica, sin perjuicios ni para los empresarios ni para su estado.

Además, se atrevieron a declarar que si el nuevo gobierno no derogaba todas las reformas que “roban, saquean, explotan y empobrecen a la clase trabajadora y al conjunto del pueblo gallego”, retomarían la convocatoria. ¿Insinúan, acaso, que esperan que el PSOE abolirá el trabajo asalariado? Sin duda, no. De la misma forma que la Confederación Intersindical Galega no duda muchas veces en colaborar con CCOO y UGT, no ha dudado esta vez en tenderle la mano al Partido de los GAL y la cal viva, el Partido que más puñaladas por la espalda ha clavado a la clase trabajadora, al socialfascismo que tantas veces ha traicionado al obrero y confundiéndolo, sanando la insalvable contradicción con la burguesía, que le expolia el fruto de su trabajo.

Es conocida la especial defensa, por parte del sindicato, del nacionalismo. Como comunistas, defendemos a ultranza la autodeterminación de los pueblos, siempre y cuando este aseste un duro golpe contra el imperialismo y su afán de terminar con la diversidad de las culturas. Por eso nos preguntamos: ¿es acaso tender al PSOE un gesto de autodeterminación, sabiendo que es el Partido que más ha masacrado al pueblo vasco con su Plan ZEN? ¿Qué golpe supone esto al Estado Español?

Es por esto que desde el PCOE denunciamos la traición de la CIG hacia el proletariado y apostamos por el internacionalismo y el sindicalismo de clase, el cuál tiene cabida en el Frente Único del Pueblo a través de la Coordinadora Sindical de Clase, como vía al socialismo para abolir la opresión de clase que los oportunistas se empeñan en ocultar y maquillar.

VIVA EL SINDICALISMO DE CLASE

PROLETARIOS DE TODOS LOS PAÍSES, UNÍOS

Secretaría de Agitación y Propaganda del PCOE en Galicia