Tal temeridad al volante la protagonizó el multimillonario checo Radim Passer con un superdeportivo que cuesta la friolera de 2,4 millones de euros, más extras, y cuenta con un impresionante motor W16 de 8 litros en posición central, con 1.500 caballos de potencia que le permite hacer el 0-100 km/h en 2,5 segundos. Este supercapricho sobre ruedas está al alcance de muy pocos y se fábrica en la factoría de Molsheim, Francia, de forma prácticamente artesanal.