Con una cámara de cine atada a la parte trasera de un Jaguar D-Type y un micrófono instalado en Mike Hawthorn para que pueda comentar su recorrido por el famoso circuito de Le Mans en 1956, el resultado es un raro y revelador regalo. Hawthorn da su veredicto sobre la pista y sobre el nivel de conducción de nuestros primos galos.