En una modesta vivienda en la zona de Bens, rodeada de un pequeño jardín y un cercado, tres religiosas y siete trabajadores contratados se dejan la piel a diario para dar cobijo, devolver la dignidad e intentar ofrecer un futuro a 20 mujeres 'invisibles'. Un casa de acogida básica para mujeres en situación de desamparo, carentes de apoyo familiar, sin recursos personales, económicos y sociales para asegurarse una vida digna, víctimas de violencia sexual, con problemas de salud mental y/o que viven en la calle.