—A ver, Julia, ¿cómo es eso? Hay algo que no entiendo, o algo me estás contando mal... —comentó Diego.
—La unidad R9 inserta datos incorrectos. Actualiza las tablas con registros corruptos —explicó Julia de nuevo. Iban diez veces.
—¿De dónde proceden? Hay que localizar la fuente y bloquearla, por si es un ataque... —quiso saber el supervisor.
—Está localizada. Proceden de la estación CUI-101 —respondió inmediatamente Julia.
—Cortad el contacto. Por completo —ordenó Diego.
—Ya está cortado. Pero sigue sucediendo.
—Esta tarea es crítica... Si es necesario, desconectad CUI-101.
—Ya está desconectada. Ardió el año pasado. Tres muertos... ¿No lo recuerdas? —explicó Julia con el tono más neutro que consiguió componer.
—No me jodas...
—El login lo hace una de las víctimas con su contraseña.
Diego resopló.
—¿Qué le decimos al cliente?
—Tú mandas.
—Échale la culpa a desarrollo...