La humanidad llega a su fin con un androide traumatizado que pasa un día idílico con el clon de su madre adoptiva y luego se va a la cama con ella. Ese tono sombrío es muy característico de Kubrick, la felicidad de los barrios residenciales es característica de Spielberg y el triunfo y el desconsuelo de esta búsqueda edípica parece reflejar la visión personal de ambos cineastas.
|
etiquetas: a.i. , inteligencia artificial , stanley kubrick , complejo de edipo