Érase una vez una pyme española del sector de artes gráficas, emprendedora, creadora de trabajo y de riqueza y razonablemente sólida. Se llamaba Unipapel y había nacido de la fusión de tres empresas familiares en 1976. Aquélla no era en absoluto una época fácil en nuestro país: ni en lo político -todavía con la dictadura coleando- ni en lo económico -en medio de una durísima crisis-. Pero Unipapel supo salir adelante. Y creció y se expandió (saliendo a bolsa en 1986 y absorbiendo otras empresas) y consiguió una cuota de mercado muy relevante.

UNIPAPEL es una empresa histórica y líder del sector del papel y las artes gráficas, que engloba primeras marcas como Papyrus, Galgo, Guerrero, etc. Sus actuales propietarios (el fondo suizo Springwater) la están dejando morir ya que no aportan fondos para la compra de materia prima con la que producir las demandas pendientes de servir. Aparte de los dramas personales que suponen los despidos, el Comité de Empresa ha calculado que el cierre de la misma supondrá a las arcas públicas unos 25 millones de euros.

Una sombra de lo que fue. A eso ha quedado reducida una de las empresas punteras de las artes gráficas en Madrid tras ser adquirida por el fondo de capital riesgo suizo Springwater. Sin cobrar las nóminas ni apenas trabajo, los empleados han recibido un nuevo jarro de agua fría, un ERTE que presagia el cierre de la fábrica

Los trabajadores de la empresa en Tres Cantos denuncian “inactividad, dejación e incumplimiento con los clientes”. Unipapel fue comprada por Spring water Capital un fondo de inversión, a Adveo hace dos años.El fondo de inversión anunció esta adquisición como “un apoyo a la actividad en el mercado español” y a “la apuesta de futuro”.El Secretario General de la Federación de Servicios de UGT, Roberto Tornamira ha afirmado que “la fábrica está parada y sin embargo hay pedidos pendientes”.A los trabajadores se les adeuda la paga extra de marzo.

La CNC impone una sanción a Enri, Pacsa y Unipapel por "conducta anticompetitiva" en la fijación de precios y el reparto de mercado español de manipulado de papel entre los años 1995 y 2010. Según fuentes de Competencia, la denuncia fue posible gracias a la confesión de Unipapel, que aportó gran parte de las pruebas. A cambio, la compañía de papelería queda exenta del pago de la multa, que ascendía en su caso a 3,5 millones de euros.

El sector del papel europeo es uno de los recomendados por Morgan Stanley de cara a 2012 y Unipapel no podría ser menos. Con los fundamentales en sintonía, la cotización mantiene una tendencia al alza desde finales del año 2008, en clara contraposición a la hecatombe de los mercados tras el estallido de la crisis. No obstante, no todo son buenas noticias: el volumen de negociación deja mucho