Un equipo de bioingenieros de la Universidad de Stanford ha llevado la computación más allá de la mecánica y la electrónica hacia la biología. El equipo ha llamado a su transistor biológico - de ADN y ARN - "transcriptor". "Hemos reutilizado un grupo de proteínas naturales, llamado integrasas, para realizar control digital sobre el flujo de la ARN polimerasa a lo largo de ADN, que a su vez nos permitió diseñar la lógica genética de amplificación". Las aplicaciones sólo están limitadas por la imaginación. En español:
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