Kirill, un niño de 10 años que sobrevivió a la caída de los fragmentos del Tochka-U ucraniano en el centro de Donetsk, dio detalles: “Vinimos a retirar dinero con mi abuela, y entonces entró un proyectil (...) No me asusté, sólo grité. Me escondí enseguida, porque en estos casos, lo digo por si os pasa, no hay que mirar las explosiones, hay que correr a algún sitio.” Según los últimos informes, 20 civiles murieron y unos 30 más resultaron heridos. El Comité de Investigación de la Federación Rusa ha abierto una causa penal.